Entré en el salón de actos. La oscuridad era total en la calle y allí adentro había que andar con cuidado para no tropezar con las sillas que podía encontrar aquí y allá. Me habían advertido que no encendiera la luz y la vida me había enseñado durante los meses anteriores que más valía hacer caso de aquellas advertencias. Encontré un sitio que parecía bueno. Me senté, saqué el bloc de notas y una linterna y eché una ojeada a mis notas.
Susanna, 36 años, de Tarragona. Graduada en Derecho, tiene una empresa de administración de fincas. Lleva inventando historias desde que le regalaron sus primeros «playmobil» con 5 años.
Helena, nacida en canarias en los 90. También conocida como «TheHolyDenier». Estudió sociología pero ahora es programadora. En su entorno siempre se leyó mucho y pasa gran parte de tu tiempo libre escribiendo. Ha participado muchos años del «fandom» de Harry Potter y ahora también escribe «fics» de It.
De pronto, sentí algo a mi alrededor. Una luz tenue se encendió justo ante mí y me reveló dos figuras que se habían acercado sin enterarme. No acababa de verlas bien, iban con ropa oscura y parecían vigilar nuestros alrededores.
―¿Hola? ―pregunté, inquieto, sin saber qué hacer.
―Debes de ser ese tal Mario que hace preguntas que no debería.
―¿Qué te parece? ¿Crees que saldrás de aquí de una pieza?
De pronto encendieron las luces. Eran dos figuras vestidas con ropa oscura y la cara tapada. Infundían miedo y respeto a partes iguales.
―Estamos documentándonos sobre superhéroes, ninjas, y un montón de otras cosas y... ¡Ha sido divertido!
―Sí, admito que me habéis asustado.
―Este es un gran lugar. Hace unos años podríamos habernos juntado aquí a escribir por el NaNoWriMo, pero la pandemia hace que tengamos que hacerlo desde casa.
―Bueno, ¿qué os parece si os quitáis las katanas que lleváis a la espalda y os hago unas preguntas, antes de que queráis comprobar si cortan mucho o poco?
Se sentaron, saqué el bolígrafo y la grabadora, y comenzamos a hablar.
¿Qué es para vosotras el NaNoWriMo?
SUSANNA: Es la experiencia que me ha permitido destrabarme y avanzar con pasos de gigante en mis proyectos literarios. Gracias al NaNoWriMo, he logrado avanzar el borrador de una novela mucho más de lo que había podido hacer los diez años anteriores. Me ha dado la confianza y las herramientas para terminar otras 10 historias, y una de ellas fue ganadora en un concurso y publicada.
HELENA: Es… para mí es una parte de mi vida. Una tradición, como en año nuevo comes las uvas, los viernes miras la cartelera, los domingos se juega a juegos de mesa y en abril, julio y noviembre escribes. Siempre tengo ganas de que llegue.
Pero, también, es una comunidad. Es la gente que está al otro lado de la pantalla y te escucha llorar porque estás atascada o te da su opinión cuando no estás segura de qué camino tomar. O que simplemente está ahí, picándose contigo a ver quién escribe más en un sprint. Tanto la oficial como los pequeños grupos de amigos que haces por el camino y que todos los años vuelven a aparecer para seguir participando contigo.
¿Cómo conocisteis el NaNoWriMo por primera vez?
SUSANNA: Navegando por internet, leyendo fanfics en mi adolescencia, vi que algunos autores hablaban de que estaban escribiendo sus textos durante el NaNoWriMo. Pero tardé años en atreverme a participar.
HELENA: En el fandom de Harry Potter, estaba en una comunidad (*El Foro de los Black*) y alguien, no recuerdo bien, nos animó a participar porque dijo que era más divertido hacerlo con otra gente. ¡Y tenía razón! Jamás había escrito nada tan largo y me caí del reto a las 16 000 palabras. El año siguiente no participé, pero al siguiente alguien volvió a decirlo y… y no sé. Llevo desde 2015 sin faltar un año.
¿Por qué os metisteis tan a fondo en la coordinación del NaNoWriMo en España?
SUSANNA: Cuando un proyecto voluntario y gratuito te gusta y te aporta tanto como el NaNoWriMo me ha aportado a mí, no solo con los hitos personales, si no con la gente maravillosa que he conocido gracias a ello, necesito devolver la entrega y ayudar a que persista y continúe. Una de las Municipal Liaisons me propuso convertirme en ML también y aquí estoy.
HELENA: Me encanta el evento y la comunidad que hemos formado aquí, si puedo hacer algo que ayude a que las cosas vayan mejor, pues adelante.
¿Cuál es la diferencia entre el NaNoWriMo de noviembre y los «camps» de abril y julio?
SUSANNA: El NaNoWriMo de noviembre es el reto «original», por decirlo de algún modo. Tiene el objetivo marcado, son 50.000 palabras en 30 días, para escribir el borrador de principio a fin de un proyecto nuevo. Los «camps» son complementarios a eso. Puedes usarlos para editar o terminar el proyecto que empezaste en noviembre, o para documentarte y prepararte la escaleta y el diseño de personajes para el próximo evento o puedes trabajar en un proyecto nuevo. El objetivo te lo marcas tú. ¿Quieres aprovechar abril para marcarte el hábito de escribir 250 palabras cada día? Pues ponte un reto de 7.500 palabras. ¿Quieres corregir las 178 páginas de tu manuscrito de noviembre? Ese es tu objetivo, entonces. Y todos son tan válidos y respetables como el que se propone escribir 80.000 palabras de una novela.
HELENA: Uy, esta es difícil y puede llevar a que abra el cajón de la memoria. Supongo que podríamos ir a la parte fácil y decir: hay una diferencia conceptual, porque no es «50.000 palabras, un mes, una novela nueva». ¡Puedes escribir otra cosa! ¡Puedes ponerte como objetivo 20.000 palabras, dedicarle 1h todos los días! ¡Puedes no escribir! Documentarte, revisar…
¿Qué creéis que puede aportar a un escritor participar en este evento?
SUSANNA: Perder el miedo. Siempre he pensado que el NaNoWriMo va más dirigido a la gente que sueña con ser escritor que a la gente que ya está asentada con unas rutinas y hábitos que les funcionan. El NaNo es bestia. Son muchas palabras en poco tiempo. No es para escribir bonito, no es para perder horas pensando si es mejor describir el color de los cabellos de tu protagonista comparándolos con los rayos dorados del sol o con las espigas maduras del trigo. El Nano es para avanzar y atreverte a contar tu historia. A contártela a ti, sin necesidad de enseñársela a nadie. Es un borrador, para que lo veas entera, sin tiempo de atascarte en problemas, o en si es profundo o cautivador. Tienes que correr más que tu crítico interno para poder llegar a las palabras que hacen falta. Y todo esto, que a primeras parece aterrador, es lo mejor que he encontrado para perder el miedo a escribir.
HELENA: Para mí la mejor parte del NaNoWrimo, de cualquier NaNoWriMo, es la comunidad. Porque el reto, es solo un número en un espacio de tiempo. Para mí la parte importante es saber que a la vez que yo, hay otra gente que lo está haciendo. Que, más o menos, pasan por lo mismo que yo. Gente que va a apoyarme y a la que yo quiero apoyar. Y el que haya un camp es una excusa genial para esforzarte más.
¿Qué consejos daríais a un escritor que quiere participar para que pueda aprovecharlo al máximo?
SUSANNA: No hacerlo solo. Me refiero a intentar tener la complicidad de la gente de tu entorno. Que tu pareja sepa que ese mes vas a estar más horas de las habituales frente al ordenador, que tus amigos sepan que no vas a salir a cenar tan a menudo, pero que cuando acabe este mes, recuperarás el tiempo perdido con ellos. Y a la vez, buscar apoyo en la comunidad. La situación sanitaria actual no permite promover encuentros presenciales, pero tenemos una comunidad virtual activa y creciente. Tener un sitio donde llorar las muertes de tus personajes o saltar de alegría por los hitos logrados motiva a seguir. Los «sprints», que son unos piques a ver quien escribe más palabras en 15 minutos, son una herramienta bestial. No te has dado cuenta, ha pasado una hora y llevas la mitad del reto diario hecho. De repente el Nano se hace domesticable.
Bebida y snacks. Los ratos de levantarte de la silla para ver qué hay en la nevera rompen el ritmo. Haz acopio de bebidas y snacks (saludables, cuidado con los azúcares y el alcohol) para evitar levantarte de la silla cuando te pongas a escribir.
Copias de seguridad. Por favor, si solo hacéis caso de una cosa de las que os digo aquí, que sea esta. Haced copias de seguridad a cascoporro de vuestro proyecto del nano.
Dormir. Aunque sea tentador echarle horas y apuntarte a todos los «sprints» que se hacen (hay quien empieza a las 7 de la mañana y el turno de noche puede estar haciéndolos hasta las 2 de la madrugada), una mente cansada no rinde. Respetad vuestras horas de descanso.
Y lo último, deshacerse de la idea de que esto sea una competición contra otros escritores. Hay gente que escribe las 50.000 palabras en diez días. Hay gente que no llega a las 10.000 cuando acaba el reto. En el fondo, nada de eso importa. La única competición es tuya y contigo. ¿Has logrado una rutina? ¿Has desencallado una idea? ¿Has descubierto que, en realidad, sí que puedes escribir la historia que quieres? ¿Has escrito más de lo que tenías al empezar el evento? Si contestas que sí a cualquiera de estas preguntas, has aprovechado el reto.
HELENA: No-te-agobies. Pasarlo mal no merece la pena y, aunque al final se llegue a la meta, para mí no es una victoria. Apóyate en la gente. Si ves que no llegas porque la vida se te está subiendo a la chepa, baja tu objetivo de palabras. Si ves que lo que estás escribiendo no te motiva, cambia. Pásatelo bien. Sobre todo eso.
Para terminar, contadnos algo sobre vuestros proyectos de escritura actuales.
SUSANNA: Tengo demasiados muchos proyectos en los que quiero trabajar. Principalmente estoy escribiendo una historia de aventuras, ambientada en Yemen en 2006. Soy muy mala anticipando las palabras que tendrán mis textos, así que siempre es una sorpresa llegar a cierta cantidad de palabras y ver en qué punto estoy de lo que quiero contar, por lo que aún no sé si será una historia corta, un relato breve o una novela entera.
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