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lunes, 31 de enero de 2022

Cuidado con lo que deseas

 

Juana miró su nueva adquisición. Gorro rojo, sonriente y con los ojos muy abiertos. Era mayor de lo que esperaba, nunca se había parado a pensar que un papá Noel para colgar en la ventana sería tan grande. ¡Se veían tan pequeños desde la calle! Siempre había querido tener uno, desde que era niña, pero a su madre no le gustaban, pensaba que daba mala suerte tener un bicho colgado del balcón. «Daría ideas a los ladrones», decía siempre. Y, año tras año, veía cómo los vecinos los ataban, deseando algo que sabía que no podía tener. Tampoco era una gran decepción, no montó un espectáculo. Solo era una espinita que tenía clavada y, Navidad tras Navidad, sentía cierta envidia.

Con los años la desazón disminuyó, hasta que acabó como una más entre las razones por las que no le gustaba la Navidad. Había tantas que no sabía por dónde empezar. Los regalos absurdos que nunca eran lo que ella quería. Las discusiones de sus padres por decidir la casa en la que se celebraría cada cena y comida. El desembarco de su prima Lucía, que la pegaba a escondidas y cada año tenía que fingir golpearse con una puerta, sin que nadie se percatase de que siempre chocaba con la misma. Su tío Alberto, que desde hacía algún tiempo la miraba de una forma extraña, con los ojos brillantes y los labios húmedos, y siempre quería darle abrazos y hacerle cosquillas. El maldito Papá Noel que no podía colgar era solo una gota más en el océano.

Este año, por fin, se había desquitado. Llevaba tiempo deseando hacerlo y, cuando vio que su marido no solo no tenía ningún problema con ello, sino que la animaba cada vez que surgía el tema, corrió al chino de la esquina a comprar un Papá Noel escalador. No había más que uno, así que se precipitó sobre él, no fuera a llevárselo alguien y tuviera que arrepentirse. Todo el camino a casa se deslizó como una hoja de otoño que revoloteara por doquier, donde la llevase el viento, flotando y bailando. ¡Por fin! Cada día, cuando volviera a casa del trabajo, de la compra o de pasear, vería colgado de su ventana a Papá Noel, pillado in fraganti tratando de colarse para dejar los regalos. ¡Esa Navidad, por fin, sería una gran Navidad!

David no parecía muy entusiasmado con la compra. Estaba hablando por teléfono cuando llegó, organizando temas de trabajo, y la saludó distraído. Juana no quería esperar, así que sacó el muñeco de la bolsa con una sonrisa que le iluminaba la mirada y se lo enseñó. Cuando él se volvió y fijó los ojos en el muñeco, los abrió mucho, suspiró y miró al techo buscando alguna respuesta que no estaba allí. Sonrió sin muchas ganas mientras se daba la vuelta de nuevo y salía de la habitación con el teléfono en la oreja. Juana se quedó fría. ¿No le gustaba? ¿Le parecía feo? Dudó, ¿acaso no lo habían comentado varias veces? ¿De verdad él la había animado a comprarlo?

Ya no estaba segura de nada. Lo cogió y lo llevó al cuarto de la niña. Aún quedaban varios meses para que naciera Ana, pero el cuarto iba cogiendo forma poco a poco. David había pintado la habitación el mes anterior, rosa clarito, y había montado una cuna blanca, una butaca y un armario de Ikea. No destacaba por ser muy ducho con el bricolaje así que le había dejado solo con su obra. Aun así, a la vuelta tuvo que soportar sus quejas por el color absurdo, por los muebles feos y complicados, porque veía una tontería empezar tan pronto cuando quedaba tanto tiempo, porque… Al final, acabó yendo a trabajar y hablar por teléfono mientras ella miraba extasiada alrededor y se imaginaba jugando, dando el pecho y metiéndola en la cuna. Soñaba con tararear la nana que le cantaba su madre:

 

Él es tan cruel,

Colmillos de papel.

Hasta el anochecer,

Plumas en los pies.

 

Ea, niña mía,

Ea duerme ya.

Ea, niña mía

O te llevará.

 

Acudir allí la tranquilizaba cuando discutía con David, porque sabía que todo pasaría cuando naciera ella. No más discusiones absurdas. La niña los uniría de nuevo, como al principio. Dejó al muñeco en la butaca junto a la cuna en una posición en la que parecía mirar hacia la puerta.

Tenía botones como carbones por ojos y la sonrisa parecía cosida solo a medias, lo que hacía que sintiera su mirada perpleja. ¿Qué te sorprende tanto, muñeco? Mientras lo observaba, sus ojos parecían brillar. ¿Qué vería si estuviera vivo? ¿Qué pensaría de ella? ¿Que estaba muy gorda, como en ocasiones deslizaba David? ¿Sería su amigo o esa sonrisa sería falsa? Quiso creer que sería buena persona y habrían sido amigos y confidentes. Ella reiría con sus chistes y él la escucharía sin prisa. Le daría la mano y la consolaría cuando estuviese triste. Y esa sonrisa nunca desaparecería de su rostro. El gesto inmóvil del muñeco parecía invitarla a contar algo. Pero ¿el qué?

Sacudió la cabeza y se alejó de la habitación, aturdida. ¿Qué iba a saber un muñeco, que no era más que relleno y tela? Vaya forma tan absurda de volverse loca. Se dirigió hacia su cuarto, recogió una camisa de David con suciedad en el cuello y la llevó al cesto de la ropa. Cuando volvía de sus conferencias solía traerlo manchado. Nunca le preguntaba porque se sentía humillado cuando ella le señalaba algo que no había hecho bien, y no hacía falta tener broncas por todo. Juana no acababa de entender por qué llevaba siempre el cuello con roces de chocolate, suponía que eran descuidos al desayunar. ¡El pobre era tan despistado! Una vez, hasta se llevó a casa un mechero de una compañera de trabajo por error en la maleta.

Un rato después, mientras la lavadora mareaba la ropa, decidió ir a hacerle una visita al muñeco. Desde la puerta vio que seguía en el mismo sitio, en la butaca, vigilando la entrada como un guardia de palacio. Los ojos negros y agujereados se clavaban en los suyos, animándola a mirar al infinito con él. Su sonrisa inamovible, sin embargo, ahora parecía desdeñosa. Era una mueca irónica, de quien sabe algo que tú deberías saber. ¿Qué sabes muñeco? ¿Qué sabes que yo no sepa? Mientras se hacía estas preguntas la sonrisa parecía hacerse más real y los ojos más brillantes. «Yo sé lo que sé… lo que tú deberías saber». Juana se llevó la mano a la cabeza, que empezaba a dolerle. Tenía demasiada imaginación, eso le decía siempre su marido. Demasiada imaginación y muchas telenovelas, era lo que decía. Pero el muñeco seguía mirándola y sonriendo.

Se alejó, pensativa, hacia su habitación. Cuando llegó abrió la maleta de David, que no había deshecho aún. Siempre hacía lo mismo y había que poner otra lavadora con la ropa de sus viajes porque no la sacaba cuando debía. El interior era un caos, un naufragio textil lleno de colores mezclados sin sentido. Camisetas interiores blancas abrazaban varios pares de calcetines oscuros y olorosos sumergidos en el fondo. Calzoncillos sucios navegaban por la superficie acompañados por alguna camisa que trataba de hundirlos con sus tentáculos. Un desbarajuste en el que destacaba un delfín: ¿qué hacía una media roja en su maleta? El dolor de cabeza se intensificó. Debía de haberla metido ella en el cajón de sus calcetines al hacer la colada. Esas cosas pasan, a veces. Lo metió todo en una cesta y la cogió para bajarla a la lavadora.

Pasó por delante del cuarto del bebé. Incluso con la luz apagada podía sentir los ojos oscuros del muñeco. Profundos y duros, se clavaban en ella a través del cuarto. Encendió la luz y un brillo refulgió sobre los brillantes botones negros, un guiño y una sonrisa. «Yo lo sé, tú lo sabes, nosotros lo sabemos». «¿Qué sabes? No sabes nada». La cuerda roja le daba un aspecto siniestro con la sonrisa a medias. «Tú lo sabes». El dolor de cabeza dejó de ser una molestia y se convirtió en una tortura pulsante que amenazaba con reventarle el cráneo. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué?

Se apoyó en la puerta y, al dejar caer la cesta al suelo, la media pareció resurgir en la superficie y desbordó al suelo. Una media de mujer roja sobre la tarima clara del suelo. Una media para seducir y pescar. Una media que no era suya. Juana resbaló sobre el marco de la puerta y se quedó sentada mirando al muñeco y esos agujeros negros sobre los que parecía caer sin fin, deslizarse hacia el infinito sin retorno, un lugar en el que no tenía que pensar. En el fondo de su mente unas imágenes circularon veloces. La media roja. El mechero. Las marcas en el cuello de las camisas. Las reuniones nocturnas inesperadas. Los regresos, más tarde aún, con olor a alcohol y a perfume. Una noria, las imágenes forman una noria que gira despacio, primero, y acelera, cada vez más rápido.

 

Media. Mechero. Marcas

Reuniones.

Media.

Mechero.

 

Al final todas las imágenes se funden en una sola: tres meses antes, el día que le enseñó la prueba de embarazo positiva. Ella estaba eufórica, ¡iban a tener un bebé! Fue corriendo, riendo, gritando, a contárselo a David. Él la miró confundido. Ella se lo dijo con una gran sonrisa. Eso era lo que había olvidado. Escondido, detrás de una maraña de culpa, de dudas y de remordimiento. Él sonrió con los labios, una sonrisa enorme, una sonrisa de lobo, llena de dientes. Los ojos, sin embargo… Los ojos eran lagos secos de toda emoción, tristes cuencas donde no podía vivir nada. Había olvidado. Y ahora recordaba. Oh, sí, recordaba.

Miró de nuevo al muñeco y a sus ojos llenos de seguridad, unos ojos que no podían mentir, unos ojos sinceros. «¿Ves? Tú también lo sabías». Lo sabía. Y sabía lo que tenía que hacer. Bajó las escaleras hacia la cocina. No pensaba. Entró. No razonaba. Se acercó a la encimera. No veía más que lo que estaba buscando. Cogió un cuchillo enorme. No podía detenerse. Salió y fue al estudio de su marido. No había vuelta atrás. Abrió la puerta y lo vio de espaldas, hablando por teléfono. Como siempre. El teléfono. El maldito teléfono. La maldita media. Todo estaba ahí. Ese era el cubil del monstruo. Se acercó a él en silencio mientras cerraba la puerta a su espalda. Levantó el cuchillo.

 

 

Diez minutos después subió las escaleras con la mano en la barandilla, tarareando una canción de cuna. Una línea roja quedaba por donde ella pasaba la mano.

 

Él es tan cruel,

Colmillos de papel.

Hasta el anochecer,

Plumas en los pies

 

Entró en el cuarto del bebé. Tenía la mirada fija en el infinito. Se acercó a la butaca sin mirar al muñeco. Antes de cogerlo se colocó el pelo y el mechón rubio quedó teñido por un líquido espeso y oscuro.

 

Ea, niña mía,

Ea duerme ya.

Ea, niña mía

O te llevará.

 

Cogió al muñeco y una mancha roja apareció en su manga. Se sentó y lo puso en su regazo, aún agarrada al cuchillo. Lo abrazó mientras se mecía hacia adelante y hacia atrás.

 

Él quiere tu canción,

Tu voz y corazón.

Él se lleva mi amor,

Él roba mi dolor.

 

 Adelante y atrás. Otra mancha roja goteaba de la pernera de su pantalón y empezó a formar un pequeño charco bermellón en el cuarto.

 

Tarareaba.

 

 

 

 

sábado, 29 de enero de 2022

Abrimos la tapa del baúl de... Jorge Gonex

Estaba disfrutando al sol en un parque. Quizá disfrutar no es la mejor forma de expresarlo, con la temperatura a 5 grados, pero al menos no estaba a la sombra. En la mochila tenía la grabadora, el bloc y el bolígrafo. Había quedado con Jorge Gonex, autor de «La vida sin fin». Él me había citado allí, junto a un enorme lago. Mientras revisaba mis notas se iba levantando una extraña niebla sobre las aguas.

Jorge es sevillano y es un apasionado de la escritura. Ha colaborado en varias publicaciones y revistas online. Con «La vida sin fin» ha recibido el Premio Avenida a «Mejor libro autopublicado de 2021»

Levanté la vista y di un respingo. Se acercaba una embarcación de madera con las velas desplegadas. Al timón, un hombre con la vista al frente y mirada seria. Desde el barco lanzaron cuerdas con ganchos para acercarlo a la orilla. No conseguía entender cómo una embarcación de ese tamaño no quedaba encallada en la poca profundidad del lago, pero preferí dejarme llevar.

Poco rato después, Jorge Gonex descendía del barco tranquilo, con elegantes ropajes y una sonrisa cálida en el rostro.

―Buenos días, Mario.

―Buenos días, Jorge. Menuda entrada.

―Es que me has pillado mientras examinaba nuevos territorios para la secuela. Preferí no hacerte esperar varios meses, el viaje a pie es largo por Thoran.

―Tienes toda la razón. Si te parece bien, podemos ir a una cafetería aquí cerca, donde podamos resguardarnos del frío.

―¿Frío? Ah, te refieres a la brisa. No lo había notado.

Al cabo de unos minutos llegamos a la cafetería, nos sentamos y puse en marcha la grabadora.

El mundo de tu historia es completamente sacado de tu imaginación. Tenemos territorios como Rythania o Kallone, pueblos o villas, grandes ciudades como Aridan, zonas peligrosas como la Jungla del Olvido… Cuéntanos un poco cómo fue el proceso para diseñar la geografía de Thoran.

Cuando empecé a escribir partía desde un desconocimiento casi absoluto de lo que es la planificación de una historia. Es por ello que no tuve un trabajo demasiado exhaustivo sobre el “worldbuilding” antes de comenzar con la escritura. Apenas tenía una idea breve de lo que sería Riora, la aldea en la que viven dos de los cinco protagonistas del libro, y ligeras referencias en mi imaginación de cómo serían las capitales de los reinos, como Ortea o Lorinet. Tenía un mapa hecho a mano con Photoshop que únicamente utilizaba para tener una idea aproximada de la ubicación.

Debido a ese desconocimiento inicial como escritor, el proceso de acabar con el manuscrito duró años, un tiempo que yo recuerdo más como aprendizaje que como escritura. Fue durante ese tiempo cuando comprendí que un proyecto como este no puede vivir solo en la cabeza del autor, así que, conforme iba escribiendo, iba anotando los apuntes más importantes y también creando los detalles sobre el mundo. No solo en cuanto a geografía, sino en cuando a la creación de razas, costumbres, religiones, flora, fauna e historia de mi mundo.

Una vez que tuve esa historia del mundo en mi cabeza supe que Amiathara estaba en ruinas y, lo más importante y lo que ofrece sentido a todo, por qué. Di forma a la Jungla del Olvido, a Rythania o Acrysta. También la política y la forma de gobernar en cada reino marca la identidad y la personalidad propia de las ciudades. En Ortea, un reino en crisis económica cuya gente lo pasa mal, tienen menos recursos y por tanto su evolución es menor a la que puede tener Kallone, un reino próspero y con el ejército más poderoso de Thoran. La clave del mundo que creas, en mi opinión, es la coherencia y que todo tenga un por qué. Si consigues eso, lo demás va surgiendo con mucho menos esfuerzo y evitas muchas incoherencias y quebraderos de cabeza.

Tenemos varias tramas que transcurren de forma paralela. Una de ellas es la protagonizada por Saith, Ahmik y Maelon. Cuéntanos algo sobre la relación que los une.

En mi opinión, la relación entre Saith, Ahmik y Maelon es un reflejo de la amistad más pura. La amistad inocente desde el punto de vista de un niño. Esa en la que no delatas a un amigo, en el que calláis travesuras con una promesa para evitar represalias. Esa en la que no eres consciente del peligro si tienes que ayudar a un amigo de una situación peliaguda. Una amistad sincera. En el libro, como en la realidad, es la propia vida la que hace que con los años esa amistad se transforme como relación y se debilite, se haga más fuerte, o simplemente se pause para volver a nacer en un encuentro futuro. Una amistad tan profunda que, tras los hechos acaecidos durante el libro y con la entrada en la historia de Aaralyn, Saith adquiere de Maelon, de alguna forma e inconscientemente, ese papel de hermano mayor que también cumple su amigo. Es ese sentimiento que le hace protegerla quien ayuda a que despierte el poder que tiene dentro. 

No diré mucho más por si alguien que no lo haya leído tiene intención de hacerlo, pero la amistad en general, con todas sus variantes, es uno de los núcleos principales que tiene de fondo la historia pese a su complejidad. En el caso de ellos tres, una amistad fraternal que los lleva a considerarse prácticamente hermanos, especialmente la que hay entre Saith y Ahmik.

La historia comienza con Aawo metido en una situación bastante complicada: entre mercenarios pero sin habilidades de lucha de ningún tipo. Todo para conseguir algo de dinero para su familia. Esa desesperación lo acompaña durante gran parte de la historia. ¿Cuánto hay de sincero en esa preocupación? ¿Por qué se mete en un problema tan grande en lugar de buscar el dinero más cerca de casa? ¿Puede que esté tratando de salir de allí también?

La personalidad de Aawo es realmente compleja y necesité mucho tiempo para plasmarla como deseaba transmitírsela al lector. En mi opinión es una buena persona, pero a veces a las buenas personas les suceden cosas malas y deben afrontarlas como pueden. También quería reflejar cómo nuestra propia mentalidad nos lleva a hacer cosas que jamás habríamos pensado hacer. Aawo no deja de ser un molinero bonachón que jamás ha matado a una mosca, pero no puede evitar sentirse un fracasado. Siente que ha fracasado en su trabajo, que ha dilapidado la herencia de su familia y que ha fracasado también en su matrimonio. Lo único bueno que existe en su vida y que aún no ha perdido es su hija Faran, pero dada su baja autoestima, cree que es cuestión de tiempo. Por ello, cuando siente que no tiene más salida y pese a no haber empuñado un arma en toda su vida, se aferra a la posibilidad que le brinda Crownight de trabajar como mercenario. 

Toda la existencia de Aawo gira en torno a Faran y la historia refleja cómo su salud mental se deteriora debido a la poca consideración que se tiene a sí mismo. No es que él quiera lo que le pasa, es que cuando nuestra mente se quiebra, la vida y la desesperación nos llevan a lugares en los que jamás pensamos que estaríamos.

Cuando estas dos historias colisionan cambia el mundo para todos los personajes, que se replantean su vida. Más tarde, hay una consecuencia devastadora que origina el viaje iniciático para varios personajes. Cuéntanos un poco sobre cómo impacta en sus vidas todo esto.

Cuando escribes una historia siempre hay un hecho que dinamita la trama y la hace arrancar. Algo que debe agitar la vida de los protagonistas de alguna forma. En este caso es algo tan importante que es capaz de cambiar el mundo tal y como lo conocen, de forma que el impacto en todos los personajes, como bien sabes, es muy grande. Esos cambios impactan de tal manera que durante el libro podemos observar el crecimiento y la evolución de los personajes, incluidos sus cambios físicos y su personalidad. No quiero destripar demasiado la historia, pero sus mundos se dan la vuelta y deben andar caminos que hasta ese momento ni siquiera sabían que existían aceptando su nuevo futuro.

Hay una trama que parece tangencial pero acaba por invadir el libro, una trama política. Podemos ver cómo la incompetencia y la sospecha es algo común a la nobleza y las casa reales. Las decisiones no solo se toman por grandeza sino que, en ocasiones, es por venganza. La balanza entre el bien de su pueblo y su orgullo es compleja. ¿Cómo lo resuelven en el libro?

Como bien dices, mi intención siempre fue que esas tramas secundarias que se desarrollan como pequeñas ramificaciones de la principal se encontrasen con ella de una forma u otra. Que todo lo que ocurre tuviese una repercusión en la historia principal y en los personajes. Ocurre por supuesto con la política, con las razas y su diversidad, con rencillas históricas y con unas casas reales que viven de la bendición que recibieron tras la Gran Guerra en lo que se conoció como La voz de la diosa.

Al igual que ocurría en la antigüedad y el mundo real, los reyes juegan en el libro con la divinidad de su cargo, de su linaje, pero la fe tiene límites para quien sufre, y no se libran de ser cuestionados. Hay una batalla interior entre sus ganas de afianzarse al trono y la capacidad para encontrar los beneficios de sus reinos.

Por ejemplo, Ramiet Conav, rey de Eravia, tiene a sus conciudadanos asfixiados por los impuestos. El reino parece estancado en una paz efímera, hay deseos de venganza tras la derrota con Kallone en la Guerra por las Ciudades del Sur años atrás, sus familias lo pasan mal y muchos se han dado al bandidaje. No obstante, él entiende que esos impuestos lo benefician no solo a él y a la familia real, sino a su reino. Cree que con un ejército poderoso dejarán de sentirse débiles y que se acabará la fragilidad. Que volverá a llenar de confianza a los habitantes de Eravia. Pese a lo egoístas que pueden parecer sus actos a veces, hace las cosas creyendo que hace lo mejor, porque a veces el mal tiene muchas perspectivas. 

En la Jungla del Olvido suceden muchas cosas a lo largo del libro y surgen personajes muy importantes. ¿Hay algo especial en esta zona que atraiga los acontecimientos?

La Jungla del Olvido es un lugar que encierra multitud de secretos. Muchos de ellos se muestran durante «La vida sin fin», pero es solo la punta del iceberg. Allí hay mucho más de lo que nadie sabe. Cosas que no puedo contar ahora, pero los lectores lo descubrirán pronto.

En todas las historias debe haber un villano, villana en este caso. Tiene una personalidad muy fuerte y tiene muy claro lo que quiere. Se suele decir que cada uno es el héroe de su propia historia. En este caso tiene un ejército creciente que utiliza para sus propósitos. ¿Qué parte de su bando cree que son los buenos? ¿Hasta dónde llega la idea de que los malos son los otros?

Cuando empecé a escribir «La vida sin fin», tenía muy claro que debía haber un antagonista que diese pie a toda la trama principal. No obstante, tenía muy claro que no quería un malo absoluto. No quería un antagonista que quisiera el mal por quererlo o que busque destruir sin más.

Sin embargo, es el propio lector quien puede responderse esas preguntas. ¿Es mala? Sin duda hace cosas malas para conseguir su objetivo, pero su objetivo de fondo es la paz. Ella no lucha para destruir, sino para crear. Para ella los malos son aquellos que llevan siglos guerreando y creando irreparables rencillas entre ellos. Los que han defenestrado a los amiathir erradicando la magia del mundo, los que ningunearon a los olin y los exiliaron. Los que guerrean por riquezas y ego. ¿Son malos quienes hicieron eso? También buscaban lo mejor para su gente después de todo.

No me atrevería a calificarla como mala y, sin embargo, es el enemigo a batir. Es quien pretende poner patas arriba a todo Thoran. Quien quiebra la paz existente para traer una nueva que ella considera mejor e intenta recuperar algo que considera que le pertenece. Yo quería que el lector tuviese ese debate interno mientras se adentra en la historia.

En tu libro juntas magia, religión, política, la vida habitual de los pueblos y las ciudades… ¿Cómo clasificarías tu novela: alta o baja fantasía? ¿Crees que esa clasificación es correcta o los bordes cada vez están más desdibujados?

Francamente, la baja fantasía creo que trata de importar elementos de la fantasía a un mundo más cercano y realista. Yo calificaría todo lo que ocurre en «La vida sin fin» como alta fantasía. Es un mundo que no existe y que nadie verá en ningún otro lugar más allá de estos libros. Además, la creación deja muy poco sitio a la realidad, pues casi todos los elementos (sistema de magia, religión y dioses, flora, fauna, incluso la lengua athen o las razas que conviven en Thoran) son únicos.

Sobre los límites de uno y otro subgénero, no suelo darles demasiada importancia. Lo que cuenta para mí es la historia y sobre todo cómo se transmite al lector, con eso, los elementos que contengan son indiferentes para mí.

Hay un detalle que me ha gustado mucho. Hay cierto punto de la historia en que entre los buenos se produce una traición inesperada. Al mismo tiempo, en el bando contrario, un personaje se sacrifica por otro por amistad. ¿Cómo podemos entender estas acciones que aparecen en bandos aparentemente erróneos?

Se puede entender cambiando esa perspectiva de que los bandos son erróneos. Siempre que hay una guerra hay dos bandos diferentes en cuanto a intereses y objetivos, pero similares en cuanto a concepto. Gente que cree, que lucha con fe, que se preparan para afrontar la situación. En ambos bandos hay familias, amistad, amor, odio, rencor, necesidad. Ambos creen que luchan por el bien común y creen tener la justicia de su lado. Es por eso que puede haber traiciones o inquebrantable amistad sin importar los emblemas o colores que portan en una batalla.

Sé que estás trabajando en la segunda parte. Sin entrar en spoilers, ¿hay algo que nos puedas contar?

Pues sí, y no me importa darte alguna exclusiva con respecto a la continuación ya que me lo preguntas. Como ya dije, el titulo de esta segunda entrega será «El rey sin linaje». En este libro ahondaré mucho en los protagonistas y sus sentimientos. Habrá un nuevo escalón para la amistad y el amor, visitaremos partes de Thoran que solo se nombran de pasada en la primera entrega y volveremos a vivir conflictos de intereses políticos que harán temblar los cimientos del mundo conocido. Es un libro muy enfocado al crecimiento de los personajes y, al igual que en el primero, todos ellos tendrán que luchar contra sus propios debates internos, que es algo que está muy presente como lo está sin duda en la vida real.

Pese a ello, la trama no para y se desvelarán muchos secretos que quedaron en el aire en la primera entrega de la trilogía. También puedo desvelar que volverá a tener cinco protagonistas principales y que dos de ellos no se encontraban entre los que protagonizaron la primera parte de la trilogía. Espero y deseo que esta segunda parte guste tanto como ha gustado la primera. Trabajaré mucho para que sea así.



―Lo siento mucho, Mario, pero tengo que partir ―me dijo Jorge, dando por terminada la entrevista mientras se ponía de pie―. Hay ciertos eventos que van a ocurrir y tengo que estar allí para dar cuenta de ellos.

―Muchas gracias por tu tiempo, Jorge. Y ten cuidado con la Jungla del Olvido, tiene pinta de que es un lugar peligroso.

―No lo sabes tú bien, Mario, no lo sabes tú bien. 

Jorge se aleja despacio hacia el parque mientras yo paro la grabadora y pienso que se le han pegado muchas cosas de sus compañeros de viaje marineros. Se ha ido antes de pagar la cuenta. 


¿Dónde puedes encontrar a Jorge Gonex?

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Si te interesa comprar su novela, puedes hacerlo aquí: «La vida sin fin»

viernes, 28 de enero de 2022

La entrevista de los viernes: Jon Gisasola y Héctor Roda Segarra (Antología Legado)

  Hoy tenemos con nosotros a Jon Gisasola y Héctor Roda. Podéis leer los hilos de sus relatos aquí:

¿Qué significa para ti escribir?

Jon: Significa reencontrarme con mi verdadera esencia, como si el mundo pasara a un segundo plano mientras le doy a las teclas. Me permite abstraerme de una realidad que a veces resulta decepcionante y hallo en mis historias un camino de vuelta a casa, allí donde creo pertenecer.

HéctorEscribir para mí se ha convertido en algo liberador. Es magia. Al igual que la experiencia de leer o disfrutar del cine, me permite contar mis propias historias desde mi punto de vista. Aunque es una tarea difícil, que exige mucho tiempo y dedicación, cuando logras terminar un texto es algo realmente enriquecedor. 

¿Por qué decidiste presentarte a esta Antología?

JonPorque ya sabía lo bien organizada que había estado la de Renacer y quería probar suerte. Además, este tema en concreto me atrajo desde el primer momento ya que me permitió homenajear a mi abuelo como una persona como él se merece.

Héctor: Me llamó mucho la atención la temática cuando leí las bases. Mis abuelos fueron dos personas muy especiales para mí y pensé que era perfecto para rendirles un homenaje. Nunca pensé que pudiera salir seleccionado. Me sentí tremendamente afortunado cuando vi mi nombre en twitter el día del anuncio de los seleccionados. Es por todo ello, que esta publicación es la más especial que atesoro, ya que me permite rendir un homenaje a dos de las personas más especiales de mi vida y difundir un mensaje tierno y enriquecedor.

¿Cuánto hay de autobiográfico en tu poema / relato?

JonLa verdad es que hay una parte que es cien por cien basada en la realidad. Mi abuelo y yo solíamos caminar por la orilla de la playa cuando yo era un niño y jugábamos a lanzar piedras al agua y verlas rebotar mientras hablábamos de fútbol y de la vida en general. Es uno de los recuerdos más especiales que guardo de él y quería reflejarlo en mi poema. 

HéctorMi historia debe rondar el 90% de autobiográfico. En un texto no demasiado extenso, la línea temporal es muy larga. Abarca casi la vida completa de mis abuelos. A través de diálogos y saltos temporales narro, desde mi punto de vista (en algunos puntos de la historia es un niño y en otros ya se ha hecho adulto), los sucesos vitales más importantes de sus vidas. La mayoría tuve la suerte de poder vivirlo yo y otros los conozco a través de mi padre.

¿Hay algo que hayas hecho en tu texto con el tiempo, el narrador, la forma de construir el mundo... que te gustaría destacar por su importancia en la trama?

JonYo creo que como es un poema no podría recrearme en explicar mucho de lo que pide la pregunta pero creo que para este tema en concreto la primera persona era un elemento que debía ser la piedra angular para expresar lo que quería transmitir. 

HéctorEl narrador es el nieto que va contando desde su punto de vista todas las vivencias y experiencias que va recorriendo junto con sus abuelos. Es interesante como al principio, cuando el narrador es más joven, como las conclusiones y ocurrencias son más infantiles. A medida que avanza la historia, las disertaciones se vuelven más maduras y profundas.

Cuéntanos algo sobre los otros escritores de la Antología.

JonOpino que estoy rodeado de un grupo muy nutrido de artistas, y es todo un orgullo poder ser parte de esta familia literaria. Desde las madrinas Tessa y Cometa, que han sido cruciales en mi evolución como autor desde que las conocí, hasta personas tan maravillosas como Anna, L., Ainhoa, Almudena, Fran o Rebe entre otres magnífiques compañeres, todes me han ayudado a creer más en mí y creo que con el apoyo mutuo que nos hemos dado hemos ido creciendo en compañía. Tengo muchas ganas de ver cómo evoluciona esto, pues tengo la opinión de que esto no ha hecho más que empezar. 

HéctorConocía a muchos por ver sus nombres a través de las redes sociales, especialmente en twitter. El elenco es fantástico, he podido ver como varios tienen diversas publicaciones. Ha dado también la casualidad que he tenido el placer de coincidir con otros en otras antologías. Una de las cosas más positivas que destaco de haber vivida la experiencia Legado, es el poder seguir conociendo más autores y sus trabajos. Estoy deseando poder leerlos.





¿Dónde podéis encontrarlos? Aquí:

miércoles, 26 de enero de 2022

Análisis de "El despertar"

Este artículo es un análisis en profundidad de mi relato «El despertar» de la sección Inventízate.


Te aconsejo que lo leas antes de seguir, porque nos vamos a internar en la zona spoiler.





¿Seguro? Pues vamos allá.


Era mi primer relato para Inventízate y lo envié sin repasarlo debidamente. Aquí se pueden ver un montón de cosas que NO SE DEBEN HACER:

ESTRUCTURA:

  • Frases demasiado largas.
El olor fuerte del asado flota por la estancia, revolotea por las paredes, juguetón y todo lo invade con su esencia, que le recuerda a otros Yules, con su padre, ajeno a los problemas del mundo y con el solo propósito de hacer callar aquellas tripas cantarinas que tanto hacían reír a su madre.

 Esta frase es casi un párrafo completo y se podría partir en, al menos, dos frases más cortas:

El olor fuerte del asado flota por la estancia, revolotea por las paredes, jueguetón, y todo lo envade con su esencia. Le recuerda otros Yules, con su padre, ajeno a los problemas del mundo, cuando solo debía hacer callas las tripas cantarinas que tanto hacían reír a su madre.

  • Frases demasiado cortas, que destacan con las frases demasiado largas.
Ruido.
Golpes.
Alguien habla en tono grave y fuerte.
Abre los ojos.

Esto se podía haber unido en una sola frase más coherente.

Oye, ruido, golpes, el sonido de una voz grave y fuerte. Abre los ojos.
  • Las exclamaciones no quedan bien. Parecen más notas para el autor que escritos para el lector.
  • Aunque se usa una temática específica, hay demasiados términos que si no se explican pueden resultar confusos: Yggdrasil, Thrym, Mjolnir, la aventura de Thor y Loki...
  • El narrador en tercera persona parece un poco confuso. Siendo un sueño lo que hay que relatar, probablemente en primera persona habría quedado bastante mejor.
  • Hay alguna errata en el texto, fruto de no haberlo revisado antes lo suficiente.


TRAMA:
  • La longitud de las frases, ya comentada, redunda en cambios en el ritmo del relato. Frases largas lo hacen más lento y frases cortas lo aceleran. Por tanto, el problema de estructura también afecta a cómo se siente el relato, que va acelerando o frenando sin la coherencia que debería.
  • Es difícil empatizar con los personajes, no hay ninguna indicación de emociones de ningún tipo. Solo hay descripción de escenas, de fotos. No hay movimiento. En un relato es muy importante conseguir que los personajes muestren sus emociones, todo lo que sienten y así el lector se puede sentir identificado, dudar, alegrarse o entristecerse.
  • La idea detrás del relato era representar dos partes y que al final el lector no supiera cuál era real. La primera es un hombre que se duerme con su familia y sueña que es Thor. La segunda es que Thor despierta de un sueño en el que estaba con una familia y se encuentra rodeado de gigantes. No está bien hilado y, en lugar de parecer un recurso creativo, es confuso. No parece tener sentido la primera parte con la segunda.
  • Continuando el punto anterior, se cuenta una historia muy específica de la mitología de Thor y Loki (aquí os lo dejo por si tenéis curiosidad), cuando ambos se disfrazan de mujer para recuperar el martillo de Thor (Mjölnir). Por eso es difícil entender lo que está sucediendo, es algo demasiado concreto que es muy probable que el lector no identifique.

Aquí acabo con el mea culpa. Si os parece interesante, si tenéis algo que comentar, para bien o para mal, os animo a dejar un comentario sobre el relato.




lunes, 24 de enero de 2022

El despertar (Inventízate)

 (Los relatos de Inventízate se cuelgan en bruto, tal y como fueron subidos a la web, sin revisar previamente. Más tarde serán objeto de análisis, pero sois bienvenidos a opinar sobre el texto. Este en concreto fue mi primera participación, deprisa y corriendo y con poca revisión. El miércoles lo destriparé con mi análisis.)

Restricciones

a. Debe ocurrir durante el Yule.

b. Debe mostrar una experiencia onírica.

 

 Se le cierran los ojos. Sentado en la silla, relajado al fin, observa, adormilado, cómo su hija agita las coletas debajo del árbol que habían conseguido encajar en la casa. Su hijo mayor está orgulloso de haberlo llevado él solo y alardea de que podría ser un hijo de Yggdrasil.

Se le cierran los ojos. El olor fuerte del asado flota por la estancia, revolotea por las paredes, juguetón y todo lo invade con su esencia, que le recuerda a otros Yules, con su padre, ajeno a los problemas del mundo y con el solo propósito de hacer callar aquellas tripas cantarinas que tanto hacían reír a su madre.

Se le cierran los ojos. Ve la risa de su mujer, de mofletes rellenos y caderas anchas, como buena vikinga, esposa y madre, ojos encendidos de orgullo por sus hijos de y de amor por su hombre cada vez que lo mira.

Se duerme mirando a sus ojos.

Ruido.

Golpes.

Alguien habla, en tono grave y fuerte.

Abre los ojos.

Tras un extraño velo que parece cubrirle el rostro distingue una decena de ¡gigantes! Todos lo observan esperando, mientras el que tiene enfrente, impresionante, inmenso (Thrym, recuerda en ese momento sin saber por qué), se frota las manos nervioso. Gira la cabeza y ve a otra mujer con velo (no, ¡es Loki!) con la mirada tensa y fija en él. Resbala por su cuerpo y acaba clavada en algo que tiene sobre las piernas. Algo muy pesado.

Baja los ojos. Y lo ve.

Eleva un brazo como la pierna de un buey y agarra el mango de Mjölnir.

Y sonríe.

sábado, 22 de enero de 2022

Abrimos la tapa del baúl de... Dimas Tamurejo

La tranquilidad de tomar un café en una cafetería con el portátil, sin prestar atención a los ruidos de alrededor. Tenía ante mí la ficha que había preparado para la entrevista:

Dimas Tamurejo, graduado en Criminología e investigación privada. Ha publicado «Los asesinatos del complejo Brava» con Parnass ediciones y «Cronowoman», autopublicado. Ganador de varios premios literarios y hasta alguno de fotografía (investigar más este punto).

Miré por la ventana mientras imaginaba el momento en que nos encontraríamos al día siguiente. Un coche negro, de alta gama, se detuvo delante de la cafetería. El chófer abrió la puerta y salió un hombre con un traje impecable y unas gafas negras extrañamente modernas. Abrió la puerta del establecimiento y, ante mi sorpresa, se sentó delante de mí.

―Buenas tardes, Mario, soy Dimas Tamurejo.

―¿Cómo? Pero, pero, ¡si aún no le he llamado para concertar una cita!

―No te preocupes, ya sabía de la entrevista y el lugar en el que estarías. Tengo muy buena información ―dijo, mientras con el móvil enviaba un mensaje.

―Pues, ¡estupendo! Tengo algunas preguntas pensadas y seguro que me irán surgiendo otras que...

―Tampoco le des mucha importancia, ya sé lo que me vas a preguntar. Es que mañana me pillaba mal y pensé que podíamos adelantar la entrevista a hoy, que los dos tenemos tiempo.

―La entrevista para la que aún no le he llamado.

―Exacto.

―Esto es muy raro, pero no voy a desaprovechar la oportunidad.

―Perfecto. Dispara, que ya tengo preparadas mis respuestas.

En ese momento me detuve un momento para pensar. Cogí la grabadora y la encendí para asegurarme de no perder ni una palabra, y el bloc y un bolígrafo para ver si podía sorprender a este hombre en algún momento.


En «Cronowoman», Álex es una estudiante de informática que prepara una aplicación que ella misma sabe que es una chapuza. ¿Cuánto de autobiográfico hay en esto?

Cuando estudiaba en el colegio, en el instituto y en los ciclos formativos sufrí el llamado fracaso escolar, en más de una ocasión entregué proyectos y trabajos que sabía que no iban a ninguna parte. Quizás me apunté a cursos simplemente por seguir al grupo o en realidad hacía esos cursos por seguir el camino fácil y no arriesgarme.  

O tal vez, como pensaba la protagonista, me dejé llevar por los hilos de alguien que intentaba dirigir mi destino.

Muchas veces los escritores se dejan notas para que su “yo futuro” arregle algo que aún no se le ha ocurrido cómo escribir. ¿Hacías esto mientras escribías «Cronowoman»? ¿Esperabas que el Dimas del futuro te solucionase un punto flaco?

Le envío e-mails a mi yo del futuro constantemente, con ideas nuevas, historias que nunca verán la luz, frases y muertes épicas e incluso la lista de la compra. En WhatsApp tengo un grupo en el que estoy yo solo para recordarme todo tipo de cosas, desde la plaza de aparcamiento del centro comercial en la que he dejado el coche hasta una idea para empezar una saga de ciencia ficción. Creo que entre mis cientos de e-mails tengo perdidas la fórmula de la vida eterna y la fórmula matemática que permite los viajes en el tiempo. 

La verdad es que mientras escribía la novela pensaba que, tal vez si recibiera un mensaje del futuro, no me hubiera importado que un tal Dimas Tamurejo me hubiera enviado la novela finalizada, pero entonces, ¿qué tendría de divertido? Yo soy la suma de los acontecimientos y de lo que he aprendido en mi vida, escribir este libro me ha hecho evolucionar, me ha hecho ser quien soy ahora y me ha dado las herramientas necesarias para escribir más y mejor, espero.  

Respondiendo a tu pregunta, para resolver los puntos flacos me voy a dormir, a dar un paseo o le pregunto a mis amigos, familiares y conocidos qué opinan, y la verdad es que surgen ideas muy interesantes que pueden arreglarlo todo o crear una nueva paradoja temporal y/o literaria. 

Los viajes en el tiempo están a la orden del día en las películas y los libros. Sin embargo, la comunicación que tú describes es bastante novedosa. Frequency es similar pero la idea es al revés, comunicar desde el presente al pasado para cambiarlo, y con una tecnología mucho más antigua.

Soy un verdadero friki en todo lo referente a los viajes en el tiempo. Frequency es una película que me encantó, pero Cronowoman surgió con la idea de crear un superhéroe español o, en este caso, una superheroína de Barcelona. El tema de enviarse mensajes en el tiempo surgió al buscar un poder para la protagonista. Los poderes típicos de los superhéroes de Marvel y DC estaban ya muy trillados, por eso quise darle a Alex un gadget, tecnología como Batman o Ironman. El tema de los mensajes en el tiempo lo había visto en un documental de ciencia. Me pareció una buena idea ya que por ahora viajar en el tiempo es bastante complicado, pero mandar información a nivel cuántico, posible o no, ya se está investigando oficialmente en alguna universidad. 

Siguiendo con la tecnología, utilizas gadgets que existen y otros que podrían existir, lo que hace que se sienta mucho más creíble. ¿Hay algo que quisiste utilizar pero descartaste porque era demasiado futurista?

La idea la saqué de un artículo científico que hablaban de unas lentillas inteligentes para diagnosticar y tratar la diabetes.  Y esas lentillas ya me parecen por ahora muy futuristas. Estoy convencido de que en el futuro llevaremos las pantallas instaladas en las córneas o veremos las ideas en nuestra mente directamente cerrando los ojos. Seguramente llevaremos aparatos de comunicación implantados en nuestro cuerpo y, para bien o para mal, dejarán de existir las direcciones de correo y los números de teléfono, nos identificaremos por el ADN. En Cronowoman tuve la tentación de que la protagonista se aprovechara del futuro para llevar armas o gadgets de tecnología avanzada, pero no quise complicar más la novela, ni darle mucha ventaja a la protagonista, tenía que aprender a evolucionar empezando desde cero. Tenía que sufrir para ganar. 

La protagonista decide convertirse en una vigilante, una justiciera con vastos recursos gracias a sus conocimientos del futuro. Más adelante vemos cómo va separando su vida pública y su vida privada. Veo ciertos paralelismos con un superhéroe clásico, Batman. Quizá la oscuridad de su interior no es tan grande. ¿Qué relación hay entre estos dos personajes?

Mi intención era crear una superheroína más o menos seria y original. Si es que en un mundo de superhéroes puede haber seriedad. Y quería que Cronowoman pudiera competir con otros superhéroes de primera división. Por eso utilicé los clichés de los comics: identidad secreta, un familiar ausente como en Batman, Spiderman o IronMan, una ciudad a la que proteger… pero como tú bien dices la oscuridad de su interior no es tan grande como la de Batman u otros superhéroes, por ese motivo quise oscurecer un poco su alma a medida que avanzaba la novela para que Alex pudiera evolucionar. Y, efectivamente, teniendo en cuenta la facilidad que Alex tenía para conseguir beneficios económicos decidí hacer un homenaje a Batman y ofrecer a la protagonista un mayordomo a la altura de las circunstancias, Elvis. 

Hay otros personajes importantes en la historia. Siguiendo el paralelismo con Batman, me llama mucho la atención el personaje de Elvis. Sería el equivalente de Alfred, pero es mucho más activo en la trama. Sin embargo, su pasado es misterioso. ¿Qué nos puedes contar sobre él y su relación con Álex?

Efectivamente, Elvis es el rey, es uno de esos personajes que los escritores decimos que se nos rebelan. En un principio debía ser un guiño al mayordomo de Batman, como te comentaba antes, pero he de decir que el personaje tiene tanta fuerza que quizás sea el protagonista de una precuela, porque tiene mucho que ofrecer y explicar cosas que yo ni siquiera me puedo imaginar (todavía). Y hasta aquí te puedo contar.

Aunque «Cronowoman» trata de resolver todo crimen del que tiene noticia, hay un tipo de delitos (que no podemos nombrar) que es el centro de la trama principal. Eso la enfrenta con quien parece el villano de la novela. ¿Por qué decide centrarse en salvar a esas víctimas?

La protagonista recibe las noticias del futuro. Noticias que aparecen en los medios de comunicación cada día y las cadenas de televisión informan y se recrean en ocasiones con todo tipo de detalles. Información y datos que dan a nuestra protagonista la oportunidad de cambiar las cosas.  

Quizás cada uno de nosotros y nosotras debería preguntarse qué delitos y crímenes evitaría en primera instancia si tuviera la ocasión. Yo lo tengo claro y Cronowoman también. 

Ahora que estamos entre amigos, te diré que todo superhéroe que se precie debe tener uno o varios enemigos a la altura de las circunstancias. Y en el fondo, daba igual cuándo, dónde y quién, Cronowoman, cuando conoce al villano, en realidad acude para impedir un posible asesinato que parece un simple trámite. Sin embargo, se da de bruces con una trama que no esperaba… Pero cuando juegas con el continuo espacio-tiempo y con asesinos, encontrarse con un villano malvado, loco y letal sólo es cuestión de tiempo.

 [Dimas hace una pausa. Ha estado enviando mensajes todo el tiempo. Dice que sabe mis respuestas porque las ha recibido de su yo futuro. Y claro, para recibirlas alguien tiene que enviarlas... Por lo visto le ha gustado la última frase, que se la manda en un mensaje aparte.]

Pol es un personaje importante tanto con su presencia como con su ausencia. Cuando por fin lo conocemos ya hemos oído hablar mucho de él pero no sabemos casi nada. La suya es una trama subterránea, que parece tangencial, pero poco a poco se va desenrollando y vemos que es muy importante. ¿Ya sabías cómo acabaría todo o lo fuiste descubriendo poco a poco, al mismo tiempo que Cronowoman?

Me considero un escritor mitad brújula mitad mapa, sé dónde quiero ir, pero no tengo ni idea de cómo voy a llegar. Desde el principio tenía clara la evolución de la protagonista, pero no sabía cómo y por dónde iba a llegar a su destino. Pol apareció de forma premeditada, pero no sabía cómo terminaría la historia entre ellos. Sabía que su destino, para bien o para mal, era marcar el alma de Cronowoman. Sin embargo, cuando se conocieron, hicieron lo que les dio la gana. Siempre pensé que el autor tiene poder sobre sus personajes, pero con el paso de las letras y del tiempo, he descubierto que hay cosas que no se deben forzar, todo debe fluir. En resumen, no tenía ni idea de cómo acabaría todo cuando sus miradas se cruzaron. 

Creemos que sabemos cómo va a acabar el libro y de pronto hay un cambio radical, un golpe de timón que golpea al lector y le hace replantearse el libro entero. Esto complica mucho las cosas para la heroína, no solo en sus acciones sino también en sus emociones. 

En el camino del héroe, el protagonista antes de subir tiene que tocar fondo, el protagonista debe sufrir y mostrar sus emociones. Y yo estoy cansado de ver heroínas y héroes que nunca dudan, que todo lo pueden y nunca tienen miedo. Que son perfectos incluso en sus defectos. Quizás ese sea el destino de Cronowoman, pero antes de alcanzarlo tendrá que ganárselo a pulso. Me gusta pensar que todo el mundo puede ser un héroe, sólo necesita la preparación y el momento adecuado, pero siempre deberá pagar un precio. Y los cambios radicales y los giros inesperados me encantan. 

Se suele decir que cada uno es el héroe de su propia historia y que los villanos, en su cabeza, son los buenos. ¿Cómo crees que se aplica esto a los enemigos de Álex?

Incluso en la vida real todos sabemos cuándo estamos obrando mal. Quizás podemos racionalizar nuestras acciones o justificar nuestros actos, quizás para algunos el fin justifica los medios. Yo creo que, consciente o inconscientemente, todo el mundo es el villano de alguien en algún momento de su vida. Perdona que me voy por las ramas. 

En el mundo de los superhéroes, en el universo Cronowoman, los enemigos de Alex tal vez tuvieron una infancia difícil, o la vida les trató mal, o para ellos el fin justifica los medios, y por supuesto son unos supervivientes, pero por encima de todo los villanos tienen claro que son los malos de la historia y están orgullosos de serlo. Y, como en toda historia de superhéroes, por muy claro que tengan su papel los héroes y los villanos, el resto del mundo de ese universo no tiene claro quién es el bueno de la película.

[En este momento, Dimas se me queda mirando fijamente unos segundos y continúa sin apartar su mirada de la mía.]

Ahora yo te pregunto, ¿Si descubrieras que un amigo está cambiando la historia en su beneficio enviándose mensajes en el tiempo? ¿Le ayudarías? ¿Le pedirías ayuda?

 ¿Y si al utilizar la máquina perjudicara a un ser querido? ¿Qué harías? 

El final de la historia es al mismo tiempo cerrado y abierto. Por un lado, permite que el lector imagine lo que puede suceder a partir de ahí. Pero, por otro, te deja abierta una puerta inmensa hacia el futuro. ¿Has pensado en hacer una continuación de «Cronowoman»?

La idea principal era crear un superhéroe, un universo Cronowoman, con sus motivaciones y sus enemigos, pero con un final cerrado para no dejar al lector a medias. Me encantaría continuar con la historia, una precuela o una continuación, pero las paradojas temporales hay que tratarlas con cautela no fuera que tanto jugar con el continuo espacio tiempo haga implosionar el universo, o mucho peor, convertir la segunda parte de Cronowoman en un despropósito. 

Para terminar cuéntanos algo sobre lo que estás trabajando ahora.

En este momento estoy con la tediosa y absorbente promoción del libro y esperando los resultados de un concurso literario al que envié mi último proyecto: una novela negra sin ciencia ficción ni paradojas temporales, que en el caso de que no resulte ganadora seguramente autopublicaré. También me he apuntado a un curso de programación, a ver si consigo eso de enviarme mensajes al pasado… 

Y cada día, en cada momento estoy pensando en una nueva historia que contar…


―Bueno, creo que ya es suficiente ―dijo Dimas. Se levantó y, antes de irse, me dio la mano―. Ha sido un placer, Mario. Estaré encantado de volver a leer la entrevista cuando la publiques.

Acto seguido, se fue hacia el vehículo. No había pasado ningún coche de policía a poner una multa pese a estar en una de las calles centrales de mi ciudad. Salí detrás de él, llevado por un impulso, y alcancé a escuchar cuando el chófer le abría la puerta:

―Gracias, Elvis. Llama ahora a Álex y...

La puerta se cerró y el coche se alejó, dejándome confundido y con una gran historia que contar.



¿Dónde puedo encontrar a Dimas Tamurejo?

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Cronowoman se puede comprar aquí: «Cronowoman»





viernes, 21 de enero de 2022

La entrevista de los viernes: Almudena Misis de la Torre y Alys Marín (Antología Legado)

 Hoy tenemos con nosotros a Almudena Misis y Alys Marín. Podéis leer los hilos de sus relatos aquí:

¿Qué significa para ti escribir?

Almudena: Para mí, escribir es vida. Sé que suena a cliché, pero es la mejor forma de explicarlo que tengo. La escritura es lo que me ayuda a entenderme mejor a mí misma, a que me entiendan y a entender a los demás, me ayuda a procesar las cosas que se me hacen difíciles, a abstraerme de todo cuando lo necesito y a imaginar historias, lugares y personas nuevas. 

AlysVarias cosas; la principal es felicidad, fue un refugio desde cría. No tuve una buena etapa en primaria. Sufría acoso y no tenía amigos por lo que, en mi imaginación, encontré un lugar en el que vivir aventuras con otros niños y diversión en un mundo sin limites. A la vez que iba creciendo comencé a escribir sobre esas andanzas, así que se convirtió en una experiencia totalmente nueva. Además de maravillosa y relajante. Ya que dar un lugar a esas historias siempre es satisfactorio. De ese modo se convirtió en una de las cosas más importantes de mi vida. 

¿Por qué decidiste presentarte a esta Antología?

AlmudenaMi relato fue originalmente escrito para otra convocatoria, como mencioné por redes al hacer el hilo de curiosidades, y me daba mucha lástima que esta historia se quedase en nada, porque disfruté muchísimo escribiéndola. Así que, cuando vi que Tessa y Cometa habían convocado la recepción y que me cuadraban los requisitos con el relato, le di un repaso por si había que cambiar o corregir algo y me lancé a la piscina. La verdad es que no tenía muchas esperanzas en que lo escogieran (si ya lo había rechazado otro jurado, ¿por qué no iban a hacer ellas lo mismo?), así que lo tenía ya a medio maquetar para subirlo por mi cuenta en alguna plataforma. Me alegro de que esté donde está ahora y de que pueda ayudar a otra gente. 

Alys: En esencia, al inicio fue por las dos maravillosas organizadoras. Es decir, me gusta mucho la energía que trasmiten y lo agradables que son. Por ello quería pertenecer a este proyecto. Luego el tema me atrajo, ya que es cierto que a las personas de la tercera edad siempre les dan en las novelas un protagonismo de abuelos, así que me pareció interesante leer y escribir relatos con diferentes temáticas que los pongan en otras situaciones.

¿Cuánto hay de autobiográfico en tu poema / relato?

AlmudenaCreo que tampoco demasiado. Quise crear una familia y una historia que fueran distintas a la mía, pero creo que intenté proyectar pedacitos de mí en los personajes, que sintiera que formasen parte de mí de una manera o de otra. Y, sobre todo, que fuera una relación familiar sana, dulce, de apoyo y amor incondicional. 

AlysNada. HAHAHA. Y eso fue lo que me gustó del mismo. No he vivido aun una larga vida, no me he casado, no tengo una bonita casa y no poseo un robot. Así que, aunque Elvira sea una mujer maravillosa, no tuve nada con lo que identificarme con ella. Pero espero ser más como ella. Tener una buena personalidad, conseguir paciencia, tranquilidad y lograr mucha felicidad.

¿Hay algo que hayas hecho en tu texto con el tiempo, el narrador, la forma de construir el mundo... que te gustaría destacar por su importancia en la trama?

AlmudenaHe intentado contar una historia de amor a través de los recuerdos que se guardan del pasado y contando con que el eje del momento de la historia es una cena de Navidad, así que son importantes las tradiciones, el lugar que ocupa cada uno en la mesa y las fotografías. Las fotografías son vitales en el relato, en especial una en concreto. Otro punto que destacaría es el pequeño epílogo que tiene. La narración, aunque es en tercera persona, es en el 98% desde el punto de vista de la protagonista, pero el epílogo, en cambio, no. 

AlysMe gustaría destacar el fondo de la historia que es la felicidad. Creo que le damos mucha importancia a otras cosas. En resumen; las obligaciones. Y lo que quería dar es un mensaje esperanzador y agradable sobre el perdurar en otros y en nosotros mismos. Reír, llorar y gruñir. Cada una es esencial para llevar una existencia completa. La experiencia no solo aporta sabiduría, sino también sabor.

Cuéntanos algo sobre los otros escritores de la Antología.

AlmudenaMadre mía, no sé ni por dónde empezar. Somos un montón, pero pienso que hemos creado una especie de mini comunidad muy guay con la que me gustaría seguir contando en el futuro. Solo había leído a Rebeca, por lo que tengo muchísimas ganas de leer los textos del resto. Son gente maravillosa, que está ahí para animarte el día incluso cuando se tuerce todo. Compartimos música, experiencias de todo tipo, charlamos sobre literatura, películas, música, rutinas de escritura… Es increíble lo que Tessa y Cometa han creado en tan poquito tiempo. Poder sentir que formas parte de verdad de algo así es precioso. Hasta que llegó esta antología, escribía sola y solo tenía algo de compañía en el proceso a través de lectores beta o de alguna vez que he escrito con otra gente algún relato conjunto, pero ahora es algo mucho más colectivo, más grupal, y eso es muy bonito. La experiencia de la publicación en solitario puede llegar a ser muy estresante, y contar con tanta gente compartiendo el proceso contigo es totalmente distinto y muy gratificante. Me alegro de haberles conocido y de poder haber formado parte de todo esto. Así que, por la parte que me toca, gracias. 

Alys¡¿Qué no podría contar?! Solo puedo decir que guardo un buen recuerdo de esta etapa junto a ellos. He reído. Me he emocionado. Me he impacientado. Y ha sido agradable que haya habido un lugar en que compartir la experiencia. Por eso agradezco mucho que me hayáis aceptado en el grupo y el haber encontrado un gran apoyo. ¡Gracias, preciosidades!





¿Dónde podéis encontrarlas? Aquí:

miércoles, 19 de enero de 2022

Ya estoy harto

Han vuelto. Los he sentido en cuanto han traspasado el umbral del vórtice. Un elfo y su montura, creo que un caballo. Vienen solos, como casi todos los que cruzan a este mundo desolado. Son los quintos esta semana, y todavía estamos a miércoles. ¿Por qué no pueden dejarme en paz?

Cabalgan despacio, examinando todo lo que encuentran a su paso. Lo que ven les recuerda el mundo del que vienen y los horrores que encontraron en Distopya. Mientras avanzan, el elfo ve restos de lucha y en su memoria se forman las imágenes de la ciudad de Ébano. Me derramo de tristeza mientras veo el fuego consumiendo las casas y los campos de la capital, que presumía de una belleza sin parangón. Las lágrimas escuecen en mi deformado rostro, pero son una señal de que aún no estoy perdido.

Ya están a mitad de camino y el caballo avanza cada vez más despacio. El elfo lo sabe, pero no hace nada por acelerar el paso. El olor de los cadáveres en descomposición asusta al equino y su mente es un torrente de sensaciones que me desequilibran. Siente un miedo atroz que trepa por sus patas y continua, lento pero sin pausa, conquistando terreno como una infección en busca de un alma. 

Hace varios meses que me escondo aquí, pero siguen viniendo a buscarme. Me exilié de forma voluntaria para morir y, sin embargo, no dejan de intentar que vuelva a la vida. ¿Qué los anima a venir? ¿Cuán grande es su sed de aventuras que no permiten que me convierta en leyenda?

Encuentran la entrada a la montaña y avanzan con cuidado entre restos de diferentes especies. Humanos, ogros, caballos alados… Tienen donde elegir para preparar su antorcha. Me levanto y me preparo para recibirlos. Hay poco que pueda hacer por ellos ya. Lo he intentado todo, pero nadie me escucha. Tienen sus prejuicios, sus temores y sus cuentos de viejas. ¿Cómo puedo luchar contra la adrenalina o siglos de incultura?

Al fin, llegan a mi caverna. Un hueco inmenso en la piedra con múltiples salidas a tantos otros pasadizos, con un lago en el medio. El elfo se separa del caballo y me busca espada en mano. Su animal retrocede, tropieza con una piedra y cae al agua como una bomba. Trato de salvarlo pero, al ver que me acerco, muere de la impresión. Su dueño grita y me maldice con odio y pánico a partes iguales. No puedo posponerlo más.

Salgo del lago, con mi cuerpo inmenso, mis tentáculos terribles y mis fauces aterradoras. Intento razonar pero de mi garganta sale un rugido pavoroso que retumba como un trueno. El elfo se abalanza sobre mi y trata de cortar un tentáculo y me hiere. ¡Duele! Ya estoy harto. Lo agarro, lo despedazo y me lo como, armadura incluida.

Esto no puede seguir así. Lo he intentado pero no me dejan morir. Me escondo y siguen viniendo. ¿No me estaban buscando? Pues me han encontrado. Avanzo hacia el portal a su mundo con furia destruyendo todo a mi paso. No voy a volver aquí. Ahora sí van a tener a un monstruo al que temer.


martes, 18 de enero de 2022

Microrrelato

 


—Ven, Karl, vamos al templo a llevar las ofrendas.

—¿Para qué? Hace tiempo que no nos presta atención.

—No sabes cuándo puede estar mirando...

—No me da miedo, igual se ha muerto, esa hija de p...

Un rayo cayó sobre él y lo carbonizó.

La fila siguió hacia el templo.


(Este es el tuit original, basado en la imagen de este tuit de @LauRRodriguez)

lunes, 17 de enero de 2022

Análisis de "Una soledad sin fin"

  Este artículo es un análisis en profundidad de mi relato «Una soledad sin fin».


Te aconsejo que lo leas antes de seguir, porque nos vamos a internar en la zona spoiler.





¿Seguro? Pues vamos allá.


Este es un relato especial. En el mismo grupo de Discord de escritura que comentaba en el Análisis de «Hambre» se propuso la redacción de un texto en el que la mayor parte fuese diálogo. En aquella época, creo recordar que fue por febrero de 2021, yo andaba en una pequeña batalla con las acotaciones. Así que pensé: ¿por qué no intento un relato con diálogo sin acotaciones?

La tarea no es tan sencilla como parece. Para que el relato funcione se deben cumplir al menos estos dos puntos:

  • Los personajes deben ser perfectamente identificables por lo que dicen y cómo lo dicen.
  • Debe suceder algo en la escena, debe haber un desarrollo de la trama.
Esos dos puntos al mismo tiempo no eran tan sencillos. Decidí que la mejor forma de hacer un relato basado en el diálogo debía de ser una escena con acción y estrés. El nerviosismo saca nuestra verdadera personalidad y es más sencillo distinguir a las personas en una conversación.

Me di cuenta de que el escenario no era tan importante sino la urgencia, así que situé la escena en una nave espacial. Dos personas muy diferentes, un mecánico y un matemático, que están metidos en una situación a vida o muerte. Deben dejar de lados sus diferencias y colaborar. 

Una situación así, con la tensión y las diferencias, puede dar lugar también a momentos cómicos y alguno hay en el relato, principalmente por la personalidad un tanto especial del matemático, que además nunca tiene la culpa de nada.

Básicamente es una escena de cable rojo, cable azul, típica de película pero que funciona muy bien. Además, tenía que haber algo que metiera prisa a los dos y de ahí salen los avisos por el altavoz sobre la autodestrucción. Cada vez queda menos y están más nerviosos porque no acaban de llegar a la solución.

El final es una vuelta de tuerca y nos habla de la frialdad con la que se tienen que tomar las decisiones. No hay sitio para todos, ¿cómo se puede decidir quién vale y quién no? Mediante una prueba a vida o muerte.

El espacio es un lugar cruel.



viernes, 14 de enero de 2022

La entrevista de los viernes: Ainhoa Cortón y Francisco Martín Martín (Antología Legado)

Comenzamos esta sección con una serie de entrevistas con los autores de la Antología Legado.

Hoy tenemos con nosotros a Ainhoa Cortón y Francisco Martín. Podéis leer los hilos de sus relatos aquí:

¿Qué significa para ti escribir?

Fran: Significa sacar de mi interior todo lo que llevo, una forma de explicarme o si se quiere ver asi, un ejercicio de terapia.

Ainhoa: Para mí escribir es una de cal y otra de arena. Por una parte, los libros son una parte indispensable de mi vida. Siempre he sido una lectora ávida y desde hace mucho me gusta imaginarme finales alternativos en las películas o libros que consumo, o inventarme otras historias nuevas. Mi pasión por los libros me ha llevado a estudiar edición y ahora trabajo con ellos de una forma distinta: en una editorial. Escribir es para mí un momento de reconexión conmigo misma, una forma de meditación activa en la que el mundo exterior deja de existir y puedo introducirme en mi realidad interior y en la de mis personajes, donde todo es posible. Por eso escribo fantasía. 

Sin embargo, por otro lado, mi síndrome del impostor suele ser muy invasivo en mi faceta de escritora, hasta el punto de provocarme una ansiedad que me incapacita, y de convertir la tarea de escribir en algo incluso desagradable. Pero eso es cuestión de tiempo y de trabajo propio. Sé que escribir es lo que me hace feliz y sé que conseguiré disfrutarlo por completo algún día. 

¿Por qué decidiste presentarte a esta Antología?

Fran: Había leído muchísimo sobre la anterior convocatoria de Tessa y Cometa y, aunque no tenía previsto presentarme, un presentimiento, una intuición me dijo que me presentara.

Ainhoa: Participé en Renacer, la anterior antología benéfica que coordinaron Tessa y Cometa, y estuve encantada con toda la experiencia. Cuando nos contaron que querían hacer otra este año no tuve otra opción que ponerme a pensar en nuevas ideas que se ajustaran a lo que ellas querían hacer. 

Trabajan de forma seria y profesional, tratan con mucho mimo al libro y a los autores y, encima, el dinero recaudado se dona a causas benéficas necesarias e importantes, en este caso a una asociación que lucha contra la soledad de las personas mayores. Al final, las antologías de este tipo sirven para comenzar a crearse un nombre en la comunidad literaria, sobre todo en las redes sociales (las que más consumen este tipo de productos autoeditados), y si al mismo tiempo se puede ayudar a alguien con el dinero, todo son ventajas. 

¿Cuánto hay de autobiográfico en tu poema / relato?

Fran: ¡Todo! Es una carta abierta a mis dos abuelas, que ya no están aquí.

Ainhoa: Más bien poco. Para empezar, mi relato es fantástico, así que tanto la ambientación como la propia trama están muy alejadas de cualquier cosa que pudiera considerar parte de la biografía de alguien. Sin embargo, es cierto que la admiración que Aisha, la protagonista, expresa hacia su abuelo Eru  es un reflejo fiel de la admiración que he sentido yo siempre hacia el mío, Teodoro, el mismo al que dedico mi relato. A su vez, la mirada de orgullo con la que Eru siempre mira a su nieta es la misma que yo sueño con recibir o haber recibido alguna vez por parte de mis familiares.  

¿Hay algo que hayas hecho en tu texto con el tiempo, el narrador, la forma de construir el mundo... que te gustaría destacar por su importancia en la trama?

Fran: A la hora de escribirlo tenía pensando hacerlo en forma de relato pero, a la vez que escribía el relato, me salieron unas líneas para otro proyecto, y me salió de corrido el texto de la antología.

Ainhoa: La ambientación, las descripciones, son de mis cosas favoritas en el relato. Soy una persona que se siente muy vinculada con la naturaleza, con la luna y con la magia, así que construir historias ambientadas en un mundo mágico en sintonía y equilibrio con la naturaleza es lo que más me gusta. 

Escribir este relato fue todo un reto para mí. Durante la época previa al cierre de la convocatoria, yo estaba pasando por un bloqueo considerable y escribir me daba mucha ansiedad. Sin embargo, tenía claro que como mínimo tenía que presentarme para intentar entrar y para apoyar a mis amigas Tessa y Cometa en su nuevo proyecto.  Por eso, lo que salió de ahí es un relato suave, sin un conflicto muy marcado (que no genera ansiedad ni estrés al leerlo, porque nada se tuerce, todo sigue su camino) y que bebe de todo lo que me gusta. Fue una forma de encontrar la paz en un momento en el que yo no la tenía, algo terapéutico. Y creo que salió algo que encaja muy bien con la esencia que finalmente caracteriza a Legado: una historia bonita, que suene a homenaje, y que nos anime más aún si cabe a valorar y admirar a nuestros mayores. 

Además, como si fuera una señal, después de haber sido seleccionada para la antología visité un lugar que perfectamente podría ser el sitio en el que se ambienta El legado de los elfos e hice algunas fotos. Son las que he añadido en el hilo de presentación del relato que subí a Twitter. Fue una casualidad maravillosa encontrar un lugar tan parecido al que mi mente había creado sin ninguna referencia. 


Cuéntanos algo sobre los otros escritores de la Antología.

Fran: Creo que son todos espectaculares y grandes personas. Todo se podría resumir en la frase «Aquí soñamos juntos». Son todos magnificas personas y siempre que he necesitado ayuda ahí han estado. No puedo estar mas orgulloso de poder compartir antología con tanto talento .

Ainhoa: Me siento muy afortunada por compartir antología con todos ellos, y contigo, claro. A algunos ya los conocía. Ana Escudero, L. Green, Anna G. Morgana, Sandra, Zahara, Carmen, Marta o las propias Tessa y Cometa ya fueron compañeras en Renacer y hemos llegado a este nuevo viaje siendo muy buenas amigas. Las quiero con locura. También Rain Cross y Tamara formaron parte de la anterior antología y pude comprobar su nivel como escritoras. A otros, como Jon, Dany, Norberto o Irene también los conocía por contactos comunes o redes sociales. Por eso, ya de primeras me sentí abrumada (en el buen sentido) con tantas caras y talentos conocidos y reconocidos. Sin embargo, no fue una sorpresa comprobar que el resto de personas, a las que conocía solo de oídas o con las que tuve mi primer contacto gracias a Legado, son igual de talentosas, simpatiquísimas y buena gente. Cada uno de vosotros brilla entre los demás por algo distinto, cada uno destaca por su propia personalidad, y eso es algo mágico. 

Me gusta que esta nueva antología beba tanto de Renacer (como guía, como ejemplo anterior que ha salido bien, como hermano mayor), pero que no haga falta compararlos, porque la gente de Legado ha conseguido convertirla en algo igual de mágico, pero también igual de único. 




¿Dónde podéis encontrarlos? Aquí:

miércoles, 12 de enero de 2022

Recursos: Cronología y fichas de personajes

 ¿Cuántas veces te has preguntado si un personaje secundario que es importante para el final de tu libro debería aparecer antes para que el lector lo vaya conociendo?

¿Quizá tienes que revisar lo que has escrito para encontrar la primera aparición de un villano?

O puede ser que te cueste saber si un personaje secundario está teniendo demasiado protagonismo, o que uno principal esté teniendo demasiado poco.




Estas y otras muchas dudas surgen durante la escritura. Si eres un escritor brújula sabes que puede ser un poco caótico tener todos los datos en la cabeza. Si eres un escritor mapa, hay veces que hay desvíos que no tienes registrados en tu escaleta.

Además, siempre es buena idea tener una ficha de personajes para tener claros unos datos mínimos de cada uno.

Para tratar de solucionar este problema hay multitud de opciones por internet. Yo me enfrenté hace unos días con esto y preparé un excel para mí. Me pareció que era útil y lo compartí con varias personas que me dijeron que era una idea muy buena, así que aquí estoy.

Te dejo el excel que he creado. Puedes compartirlo y modificarlo a tu gusto. Solo te pido que me cites.

Descarga Excel


Un abrazo.